
Es una reacción natural, un proceso que generalmente comienza con la pérdida, sin embargo existen algunas teorías que señalan que puede existir un preduelo, cuando se vislumbra con antelación la posibilidad de la pérdida.
Muchas son las reacciones propias del duelo, tales como llanto, rabia, dolor, todas ellas normales y que no deben ser rehuidas para obtener una superación del mismo.
Hablando desde la experiencia propia...mis duelos han sido bastantes, y con el tiempo he podido sobrellevarlos de mejor manera... mi primera pérdida grande fue mi abuelo paterno, mi segundo padre, aún era una niña, creo que debido a eso me costó mucho más superarlo. Lo perdí un día 21 de septiembre de 1994, a las 12:00, cuando los médicos ya habían señalado que estaba en franca mejoría y yo lo dejé para ir a mi casa, había estado toda la noche esperando las intervenciones, no había comido nada e insistieron en que fuera a almorzar, no lo vi por última vez.
Estuve con terapia un par de meses, no lo recuerdo con exactitud, hasta que logré salir adelante, hubo momentos malos, pésimo, horribles y estados normales...
Hace un año perdí a mi hermano menor, sólo tenía 23 años, un accidente en moto en Santiago se llevó su vida, estuvo en coma 6 días y como nunca rogué a Dios para que le diera la posibilidad de vivir...pero me estaba negando a mi misma que eso no era posible, el daño que produjo el accidente fue fatal y en la eventualidad de sobrevivir, jamás iba a tener una vida normal...y decidí dejarlo ir, murió un 31 de diciembre de 2009 según su certificado de defunción, lo dejé ir un 29 de diciembre de 2009... enero fue un mes catatónico, la vida pasaba y me recriminaba a mi misma no llorar todos los días....sin embargo estaba conteniendo toda la pena que me embargaba y asi febrero fue un mes horrible, estaba irritable, lloraba por todo, a veces no me daban ganas de levantarme, en esa época mi pololo fue un gran apoyo y sufrió cada una de las crisis conmigo, hasta que un día me di cuenta que no podía sola y decidí buscar ayuda...mi terapeuta fue de suma importancia para dejarlo ir de verdad, para dejar de culparme por no haberle exigido que no se comprara esa moto, para darme cuenta que las personas toman sus propias decisiones y que poco podemos hacer cuando ya lo han decidido.
Tres meses y un poco más duró la terapia, lo normal dentro del duelo según me explicaba él, que si el proceso se alargaba más, ya era una "conducta desadaptativa", cumpli con los tiempos normales, y hoy puedo hablar de él con tranquilidad, sin quebrarme...la pena me aborda lógicamente cada tanto, pero dentro de la normalidad.
Hoy me enfrento a otro tipo de duelo, a otra pérdida, a esas "sin muerte", pero que duelen demasiado, no sé como irá a ir esta vez, supongo que el tiempo y la vida misma me lo dirá, por ahora...creo que no es bueno contenerme...por ahora creo que lo mejor es conectarme conmigo misma...